MAÍZ: EL ESFUERZO DEL PRODUCTOR PARA QUE EL RINDE PUEDA CUBRIR LOS COSTOS
Son datos de Entre Ríos para los planteos ‘tardíos’. Al productor arrendatario, la cosecha debe rendirle más de 3.100 kg/ha. Un productor de maíz de “segunda” de la provincia de Entre Ríos necesita obtener un promedio de 2.752,5 kilos por hectárea para hacer frente a los costos en la campaña 2020/21, de acuerdo con un análisis de la Bolsa de Cereales provincial y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Según el estudio, quien debe arrendar los campos deberá producir un promedio de 3.112,5 kilogramos por hectárea; y 2.392,5 kilos promedio si el terreno es propio. Ambas entidades tomaron como referencia un precio esperado de 180 dólares por tonelada de maíz de segunda, y segmentaron a la provincia en cuatro zonas: norte, sur, este y oeste. Para la conversión de la moneda de dólar a peso se consideró el valor del dólar futuro a mayo de 2021 (Rofex). También tomaron un valor de cosecha de US$ 52; y un arrendamiento equivalente a ocho quintales de soja por hectárea por año para la zona sur y oeste; y de cinco quintales para la zona norte y este. En la zona sur, el productor necesitará cosechar 2.460 kilogramos de maíz de segunda sin arrendamiento y 3.350 con arrendamiento, para alcanzar un resultado positivo; mientras que en la zona norte deberá obtener 2.350 y 2.910 kilogramos, respectivamente. En la zona oeste deberá cosechar 2.380 y 2.950 kilogramos por hectárea sin y con arrendamiento; en tanto que en el este de Entre Ríos tendrá que producir 2.380 y 3.240 kilogramos, respectivamente. Al momento de realizar el cálculo final, el informe tuvo en cuenta el costo medio de labores e insumos, el margen bruto por unidad de superficie, el rendimiento de indiferencia y el retorno directo por peso gastado. Los precios de los insumos (semillas, agroquímicos, fertilizantes) tomados para el cálculo del costo de implantación y protección del cultivo, fueron los vigentes en la primera semana de noviembre pasado. Además, se tomaron como costos los gastos de implantación y comercialización sin impuestos, y el asesoramiento técnico y gastos de la empresa.