LIBERAN INSECTOS PARA CONTROLAR UNA PLAGA
Por semana se producen y liberan millones de insectos estériles para controlar la mosca de los frutos, una peligrosa plaga. La campaña tanto aérea como terrestre es impulsada por una bioplanta provincial ubicada en la comuna de Santa Rosa, en la provincia de Mendoza. La plaga de la mosca de los frutos no deja de ser una amenaza para Mendoza, reconocida internacionalmente por su permanente control. Por tal motivo, para mantener activo todo el sistema, la provincia comenzó a potenciar el proceso, de cara a la temporada de verano, frente a los potenciales riesgos para la producción. Así, ya puso en marcha las liberaciones masivas de los insectos estériles: por semana lanza al medioambiente más de 150 millones de ejemplares machos. La campaña tanto aérea como terrestre es impulsada por una bioplanta provincial ubicada en la comuna de Santa Rosa e irá incrementándose entrado los meses estivales. Desde el Gobierno mendocino dieron recomendaciones a los vecinos para que se sumen a la campaña y potencien los efectos del control de la plaga: La bolsa contiene moscas del Mediterráneo estériles que son inofensivas para el ser humano y los animales. Están coloreadas para diferenciarlas de las silvestres (fértiles), que provocan daños en los frutos. Si la bolsa está cerrada, abrirla y colocarla en la rama de un árbol, en un lugar sombreado. La colaboración es importante para garantizar la calidad de los productos agrícolas de Mendoza. El riesgo está en que el proceso se desarrolla en menos de un mes: la hembra posa sus huevos sobre el fruto, las larvas ingresan, alimentándose de la pulpa hasta que caen al suelo, donde se entierran y se convierten en pupa. Finalmente, emergen los adultos que comienzan el nuevo ciclo reproductivo. Por eso, frente a este escenario, se realizan acciones correctivas sanitarias, entre ellas la recolección y posterior enterramiento de las frutas caídas, la remoción del suelo, el uso de insecticidas y la destrucción del fruto que pueda ser atacado en las inmediaciones. Como última instancia, se evalúa la posibilidad de erradicar la planta donde se hospeda el insecto. En cuanto al impacto económico, la zona queda en serio riesgo de continuar con la exportación. Fuente: La Nación